La culpa de tocarse: masturbación femenina y el peso del mandato de género

La culpa de tocarse: masturbación femenina y el peso del mandato de género

Hablar de masturbación femenina sigue siendo incómodo para muchas personas. Nos han educado en una cultura donde el placer de las mujeres siempre está bajo sospecha, donde nuestro cuerpo no nos pertenece del todo, y donde el sexo sigue siendo visto como algo que hacemos para otros, no para nosotras mismas.

Porque sí, nos enseñaron que nuestra sexualidad existe para complacer, no para disfrutar. Y si una mujer se masturba, si se da placer a sí misma sin depender de un hombre, rompe el mandato de género.


Cuando tocarse es pecado: la culpa impuesta por la religión y la cultura

Desde pequeñas nos metieron en la cabeza que la masturbación era mala, sucia, vergonzosa.

✝️ La religión nos dijo que era un pecado, que Dios todo lo ve y que lo que hacíamos debajo de las cobijas era motivo de castigo.

👩‍🏫 La crianza nos llenó de advertencias: "Si te tocas mucho, te vas a enfermar", "Eso no es para niñas bien", "Las mujeres decentes no hacen eso".

📜 La historia misma nos ha perseguido con sus castigos. En el siglo XVIII se decía que si te masturbabas:

  • Te saldrían ampollas y pelos en las manos.
  • Te quedarías ciega.
  • Tendrías acné.
  • Te volverías infértil.

(¡Válgame Dios, qué imaginación!)

Mientras tanto, la masturbación masculina fue normalizada e incluso celebrada. Porque claro, ellos tienen necesidades, ellos no se pueden controlar, ellos sí pueden explorar su cuerpo sin culpa.

Pero nosotras, no.

Nosotras debíamos quedarnos quietas, bien portadas, esperando a que un hombre llegara a "despertar" nuestra sexualidad. Porque, en esta lógica absurda, el placer femenino solo es válido si lo proporciona otra persona.


Orgasmos autoinducidos: más rápidos, más intensos, más frecuentes

Ahora, hablemos de lo que no nos dijeron.
La masturbación femenina no solo es normal, sino que es una de las formas más efectivas de experimentar placer y conocer nuestro cuerpo.

📌 Las mujeres tienen muchas más probabilidades de llegar a un orgasmo por su cuenta que con una pareja.
📌 Los orgasmos autoinducidos suelen ser más intensos.
📌 El tiempo promedio para un orgasmo en solitario es de 4 minutos, mientras que con una pareja puede tomar 20 minutos o más.

¿Por qué? Porque cuando estamos solas, no hay presión, no hay egos que proteger, no hay prisas ni expectativas ajenas.

Porque cuando nos tocamos a nosotras mismas, nos conocemos de verdad.
Y cuando nos conocemos, aprendemos a decir lo que queremos y cómo lo queremos.

Juguetes sexuales para potenciar el placer en solitario

Si bien nuestras manos pueden hacer maravillas, los juguetes sexuales son una excelente herramienta para explorar nuevas sensaciones y llevar el placer a otro nivel. Aquí algunas opciones:

💖 Succionadores de clítoris: Perfectos para orgasmos intensos y rápidos sin necesidad de estimulación manual. No por nada son los favoritos del mercado.

💖 Vibradores externos: Ideales para estimular el clítoris y los labios vaginales con distintos ritmos y potencias.

💖 Juguetes con APP: Perfectos para jugar sola o con pareja, ya que permiten variar las intensidades sin necesidad de usarlos manualmente.

💖 Masajeadores de doble estimulación: Aquellos que combinan la estimulación del clítoris con penetración, imitando la sensación del sexo en pareja pero con un toque
extra de placer.

Nuestro COMBO PERFECTO tiene los dos tipos de estimulación para que no tengas que escoger entre ambas 


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¿Masturbarse reduce el deseo sexual con la pareja?

Otro mito más para la colección.
En realidad, las mujeres que se masturban tienen más sexo, no menos, con sus parejas.

Porque mientras más placer experimentamos, más queremos.
Porque mientras más nos conocemos, más responsivas somos al placer en pareja.

📌 Las investigaciones muestran que las mujeres que se autocomplacen también tienen más orgasmos con sus parejas.

📌 Los orgasmos, sin importar cómo los alcances, hacen que el cuerpo se vuelva más receptivo al placer.

📌 Una vida sexual activa (incluyendo el placer en solitario) ayuda a mantener el deseo encendido y la conexión con el propio cuerpo.

Entonces, si pensabas que masturbarte podía afectar tu vida sexual en pareja, la realidad es completamente opuesta: te hace más segura, más conectada con tu placer y, por lo tanto, más activa sexualmente.

Masturbarse es un acto de autonomía

La culpa que sentimos no es nuestra, nos la impusieron.
Nos la metieron en la cabeza para que creyéramos que no tenemos derecho a explorar nuestro cuerpo.
Para que no descubriéramos que el placer es nuestro, no un regalo que nos dan.

Tocarse no es malo.
Tocarse no es sucio.
Tocarse no es pecado.

Es conocimiento, es autonomía, es libertad.

Porque una mujer que se conoce a sí misma, es una mujer difícil de engañar.
Y eso, claro, a más de uno le incomoda. 😉

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